A la gente startupera nos encanta aprovechar nuestro tiempo al máximo, por eso a veces pecamos de utilizar siglas para todo (por ejemplo, las de los cargos), lo que para algunos se traduce en hablar en lenguaje extraterrestre.
Entre esas siglas, seguramente en algún momento te habrás tropezado con el MVP o Producto Mínimo Viable…
Te contamos por qué el MVP ya no es suficiente… y por qué necesitas pensar en el MLP (Minimum Loveable Product).
Pero vayamos por partes…
¿Qué es un Producto Mínimo Viable?
Un problema de muchos a la hora de emprender es que primero crean un producto y luego pasan a venderlo (o a intentar venderlo), lo que suele traer consigo muchos dolores de cabeza, además de tiempo y dinero perdidos.
Por eso en 2001 Frank Robinson creó el concepto de Producto Mínimo Viable o PMV (MVP en inglés, sí), que más tarde haría famoso Eric Ries.
Por ahí habrás visto el típico dibujo del triciclo que pasa a patinete, que pasa a bici, a moto y, después, a coche…
El MVP es la versión mínima de un producto, pero suficiente para que el equipo fundador pueda recopilar y validar la mayor cantidad de información importante sobre su cliente y lo que este quiere en el menor tiempo posible (algunos ya pasaron del MVP al RAT, como te contábamos aquí).
Pero en el mercado actual, a pesar de todas las facilidades del mundo online y la tecnología, cada vez se hace más difícil destacar: los clientes son mucho más exigentes y están acostumbrados a tener información, opciones…
Minimum Loveable Product, lo que necesitas para enamorar al usuario
La solución es ofrecer un Minimum Loveable Product, es decir, un producto mínimo que no solo resuelva el problema o la necesidad, sino que sea absolutamente flipante y que tenga en cuenta desde el principio el diseño de producto y la experiencia de usuario.
La idea no es encontrar clientes, sino localizar a tus embajadores de marca: gente a la que le guste muchísimo tu producto o servicio y que pueda compartirlo, crear una comunidad y atraer a otros para usarlo.
Parece mejor construir algo que le encante a menos usuarios que algo que a muchos usuarios les deje indiferente. Así tus primeros early adopters serán los que ayuden a llevar tu solución más allá.
Aquí tienes las mayores diferencias entre el Minimum Viable Product y el Minimum Lovable Product de forma visual: