25/2/2025
Tips
7 minutos de lectura
No cometas estos errores al emprender
Autores
- Santander X Explorer
Categorías
Al dar los primeros pasos con un proyecto es tan importante conocer qué hay que hacer como saber qué NO hay que hacer. Y aunque creas que muchas cosas son obvias o de sentido común, hay otras que no resultan tan evidentes (al menos, en los comienzos). Pero estamos aquí para contártelas: apunta los errores más comunes al emprender (y cómo evitarlos).
- No ser consciente de tus limitaciones. Aunque los conocimientos y la experiencia son importantes, también debes saber cuáles son tus limitaciones. Aceptarlas te hará tomar mejores decisiones, como buscar la ayuda de alguien que controle los temas que tú no dominas.
- Precipitarse. La impaciencia por hacer realidad un proyecto es uno de los principales motivos de fracaso. Aunque estés atravesando un momento de plena confianza en tus capacidades personales (después de un máster, por ejemplo)… sentimos decirte que te darás cuenta de que te falta mucho por aprender. Eso no debe desanimarte; al contrario: sigue adelante, pero a un ritmo que te permita reaccionar ante los imprevistos.
- Desconocer el mercado. Si no has analizado la competencia y, mucho más importante, a tus clientes… olvídate de un proyecto con futuro. El mercado validará tu idea, así que debes empezar por ahí: pregunta, investiga, haz encuestas y, si no existe un interés por lo que estás ofreciendo, cambia (o abandona) antes de que sea tarde.
- Creer que la falta de recursos te impide disponer de un buen equipo. No todos los profesionales que necesitas llegan a golpe de sueldo: en estas etapas iniciales, puedes intercambiar recursos o conocimientos con las personas que tienen las capacidades que estás buscando y de esa forma contarás con sus servicios. Este mismo método de “trueque” sirve para la búsqueda de expertos o asesores.
- Asignar mal puestos clave del proyecto. Piensa en los perfiles profesionales que necesitarías en cada puesto y pondera las capacidades de los integrantes de tu equipo para que cada uno esté en el rol que mejor se adapte a sus competencias.
- No ser flexible. Es recomendable hacer una planificación, pero intentar seguirla a rajatabla te llevará a frustrarte cuando no puedas cumplirla (y créenos, no podrás). Elabora un plan B, C e incluso D y permanece abierto a los cambios: ¡improvisar soluciones creativas puede llevar a transformaciones brillantes!
- Buscar financiación en lugares inadecuados. La mayoría de los emprendedores comienza con el crowdfunding, la autofinanciación o pide ayuda a familia y amigos (el famoso Friends, Family and Fools… o Fans, como nos contó Adriana Tortajada en su TalkX); es lo más adecuado. Acudir desde un primer momento a los bancos o al capital riesgo es la opción más comprometida, especialmente si estos recursos ajenos representan el 30-40% de la inversión; ten en cuenta que el exceso de deuda puede producirse aunque consigas muchos usuarios, al no realizar bien el cálculo entre los ingresos y el pago del préstamo.
- Enamorarte de tu proyecto. Debes estar dispuesto a pivotar, a cambiar de estrategia o incluso a abandonar tu idea si ves que no hay un público para ella. Seguir adelante a toda costa te hará perder tiempo y recursos.
- No saber vender el producto o servicio. El storytelling lo es todo no solo a la hora de organizar tu pitch para contarlo ante posibles inversores, sino también para crear una narrativa que dé a conocer tu producto o servicio a los potenciales clientes. Si, además, lo que propones es muy novedoso o conlleva una explicación complicada, la importancia de una comunicación adecuada se multiplica.
- No definir objetivos. Conocer a tus clientes te hará ver hasta dónde puede llegar tu idea. ¿Se trata de un proyecto que soluciona un problema de tu entorno o es escalable? ¿Interesa globalmente o se restringe a un ámbito más cercano? Piensa bien a quién te diriges y hasta dónde puedes llegar.
- Poner un precio inadecuado. Sabemos que este es uno de los mayores quebraderos de cabeza de toda persona que quiere emprender. No hay una fórmula exacta para esto: de nuevo, investiga el mercado, estudia distintas estrategias de precios y elige la más adecuada para tu idea.
- Creer que puedes hacerlo todo sin ayuda. Aunque seas solopreneur, apóyate en la comunidad si quieres que tu proyecto siga adelante. Te ayudará en los momentos difíciles y te animará, recordándote que lo primero al emprender es tu autocuidado.
Y siempre, siempre, recuerda: en Santander X Explorer probarás si tu proyecto puede ser viable sin arriesgar nada. Apúntate aquí y te avisaremos cuando se abra la nueva convocatoria.
Fuentes
**
**
Foto de Vasilis Caravitis en Unsplash.